La presión oscilaba de forma frenética

Y los músculos lloraban deseando luchar

Contra las fuerzas extrañas de ultramar

Que llegaban tontas y sin cualquier ética.

 

Era la sangre que vomitaba sus congojas

Sobre un escenario dónde había las gentes

Ya baldadas de desearen morir de repente

Mientras el sudor del cuerpo era estopas…

 

En los vientres de las alegorías no venía

Paquete de sentimientos que amordazaban

La tiesura de los regustos que amenazaban

Arruinar el amor recóndito de las alquimias.

 

Entonces el miedo cedió su escaño roñoso

Y el coraje ha rugido bravo y muy tanicoso!

 

 

 

 

DE Ivan de Oliveira Melo      

Ivan de Oliveira Melo
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